A pesar de que la pérdida puede ocurrir a cualquier edad, las dificultades auditivas durante el nacimiento o que suceden cuando son bebés y en los años en los que los niños empiezan a caminar pueden tener graves consecuencias.
Esto se debe a que la audición normal es necesaria inicialmente para entender el lenguaje hablado y más adelante, para producir un habla clara. Por consiguiente, si su hijo experimenta una pérdida auditiva cuando es un bebé o en la niñez temprana, requiere de atención inmediata. En la mayoría de hospitales realizan una prueba auditiva al recién nacido antes de darle el alta hospitalaria. Si no se le realiza el examen en ese momento, o si el bebé nace en casa o en un centro de maternidad, es importante que se le haga una prueba auditiva en las tres primeras semanas de vida.
La pérdida auditiva en bebes pueden por las siguientes causas:
- Si hay antecedentes de familiares con dicha enfermedad hay un mayor riesgo de que nuestro bebé tenga también pérdida auditiva.
- Si ha nacido prematuro.
- Si hubo complicaciones en el momento del parto.
- Si estuvo durante tiempo prolongado en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatal.
- Si recibió medicamentos que puedan causar pérdida auditiva.
- Si la madre recibió medicamentos durante el embarazo que puedan causar perdida.
- Si padeció infecciones al oído.
Existen señales con las cuales podemos detectar si él bebe padece de pérdida auditiva como por ejemplo:
- Los bebes recién nacidos suelen sobresaltarse al oír sonidos fuertes
- A los 3 meses ya reconocen la voz de sus padres
- A los 6 meses giran sus ojos buscando de donde proviene el sonido
- A los 12 meses pueden ya decir algunas palabras
Si él bebé no realiza ninguno de estos, se debe acudir al pediatra para que este le indique realizar una evaluación para poder determinar si padece o no de pérdida auditiva.