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La pérdida auditiva y la sordera

Audífonos medicados | La pérdida auditiva y la sordera
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La pérdida auditiva nos limita en nuestras actividades diarias llegando a provocar una depresión.  El oído funciona como esa ayuda que necesitamos para conectarnos con nuestras familias, nos permite escuchar, hablar y comunicar nuestras necesidades.

 

¿Qué sucede cuando el silencio se vuelve permanente? La pérdida auditiva y la sordera son realidades que merecen nuestra atención y comprensión. La pérdida auditiva es un desafío que afecta a millones de personas en todo el mundo, robándoles la capacidad de disfrutar plenamente de los sonidos que dan vida a nuestro entorno. Consiste en la incapacidad de oír bien en determinados grados. Esto ocurre cuando una persona sienta la ausencia del sonido en su normalidad. Puede ser leve o profunda y capaz de afectar a uno o ambos oídos.

Pero, aunque esta puede ser una carga, también es una invitación a explorar nuevas formas de comunicación y conexión. Los lazos se fortalecen a través de miradas llenas de significado, expresiones faciales que hablan sin palabras y abrazos que trascienden el sonido. La sordera no define quiénes somos, sino que nos desafía a descubrir nuestra fuerza interior y a encontrar formas creativas de expresión.

Resiliencia

En este camino, la tecnología ha dado paso a soluciones innovadoras. Los audífonos medicados, implantes cocleares y otros dispositivos audiológicos se convierten en ventanas que abren un mundo de sonidos nuevamente. La superación de barreras auditivas se convierte en una realidad tangible, permitiéndonos volver a disfrutar de la música, los susurros de nuestros seres queridos y los sonidos de la naturaleza. Es un recordatorio de nuestra resiliencia y capacidad de adaptación. A través del amor, la compasión y la creatividad, podemos construir puentes que unan a las personas y celebremos la diversidad de nuestra experiencia auditiva.

Entonces, abracemos la pérdida auditiva como una oportunidad para escuchar con el corazón, comunicarnos de manera más profunda y celebrar la maravilla del mundo sonoro que nos rodea. Juntos, podemos transformar el silencio en una sinfonía de esperanza y conexión.

A través de los años la audición nos permite aprender, a trabajar, a socializar, a percibir peligros y presenciar sonidos importantes de nuestro entorno, como el claxon de un automóvil o ladridos de un perro, cuando alguien llama nuestro nombre o escuchamos música. Es gracias a nuestros oídos que podemos contribuir a la sociedad y ser parte de ella.

La Organización Mundial de la Salud, en el 2020 afirmó que casi una de cada dieciséis personas alrededor del mundo tiene pérdida auditiva y es afectado por ello en su vida diaria. Por ello, es importante cuidar y prevenir enfermedades que afecten gravemente a nuestra audición.