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Como proteger tus oídos este verano

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El verano y las altas temperaturas han llegado y lo han hecho para quedarse. El buen tiempo se ha instalado en todo el país, lo que significa que la mayoría de personas están a punto de disfrutar de sus vacaciones, y con ello realizar un sinfín de actividades.

El baño en las piscinas, playas o ríos será una de las atracciones principales para este verano. Si bien no hay que dejar de realizarlas, pero si deben practicarse prestando atención a algunos factores que pueden perjudicar a nuestra salud, y concretamente al oído.

En este verano, un baño en el agua para combatir ese calor sofocante o una fiesta para matar el aburrimiento, pueden ser peligrosos si no se hacen con precaución. De ahí que numerosos especialistas insistan en la necesidad de cuidar y proteger el sistema auditivo para evitar que una infección pueda arruinar el descanso y la diversión.

Una de las principales medidas que recomiendan los expertos es el uso de tapones para el agua, ya sea dulce o salada. Su utilización hace que el conducto auditivo esté protegido ante posibles gérmenes. Sin embargo, Manuel Manrique, presidente de la Comisión de Otología de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (Seorl-ccc), señala que “no es necesario el uso de tapones en personas que no padezcan alguna enfermedad que afecte a sus oídos a nivel del oído externo o medio”. En la misma línea apunta que ningún tapón para el agua, sea del material que sea, asegura la estanqueidad.

Secar los oídos al salir del agua

Otra de las recomendaciones claves es que al salir del agua siempre hay que secar correctamente los oídos. “Este gesto puede prevenir posibles infecciones debido a la humedad, así que cuanto más secos, mejor. Además, esta práctica debe mantenerse no solo en verano, sino durante todo el año, incluso al salir de la ducha. Es la principal arma para prevenir otitis y otro tipo de infecciones auditivas”, aconsejan los especialistas de Oticon.

Asimismo, la higiene en personas que tengan problemas en los oídos es importante. Manrique aclara que “en las personas sanas, los oídos no precisan de limpiezas, dado que el propio oído es capaz de autolimpiarse. Es más, puede resultar contraproducente llevar a cabo maniobras de limpieza (por ejemplo, con bastoncillos) dado que en ocasiones se pueden generar pequeñas heridas que facilitan la aparición de infecciones, eliminan en exceso la cera, -la cual constituye un elemento de defensa para el oído-, y ocasionalmente pueden producir traumatismos sobre las estructuras del oído”.

Hay que indicar también que el baño en aguas que no estén lo suficientemente limpias, sobre todo en estanques, son una fuente principal para cualquier tipo de enfermedad debido a la cantidad de gérmenes y bacterias que tienen.

Cuidado con las zambullidas e inmersiones

¿Eres de las personas que se zambullen rápidamente en el agua? ¿O de las que les gusta hacer la bomba? ¡Cuidado! El aumento repentino de la presión en los oídos debido a la entrada rápida en el agua puede ser perjudicial para la salud auditiva. “Es siempre recomendable evitar tirarse a la piscina o al mar desde grandes alturas, ya que la entrada de gran cantidad de agua de manera repentina puede afectar de forma perjudicial al oído”, explican los especialistas de Oticon.

Lo mismo ocurre con las inmersiones. Si no se hace de este modo y con cuidado, el oído se va a ver notablemente afectado. Se puede dañar el tímpano debido al cambio de presión. Este tipo de problemas pueden generar mareos o dolor de oídos, por lo que es mejor descender con la mayor prevención y nunca realizar buceo de fondo si no se conocen las técnicas apropiadas.

Otro factor con el que hay que tener cuidado es el de los cambios de temperatura. Una de las medidas con las que se intenta paliar ese calor sofocante es con el aire acondicionado. Este, en ocasiones, genera corrientes de aire frío que inciden directamente sobre los oídos. Este aire a baja temperatura puede provocar dolores, por lo que lo mejor siempre es mantener el ambiente a una temperatura de unos 22ºC, e intentar colocar recipientes con agua para humedecer la estancia.

Ruidos fuertes

El verano es la época del año donde los festivales, conciertos y fiestas populares van en aumento, es uno de los momentos en los que la gente más acude. Estos entornos suelen caracterizarse por la diversión, la música y el ruido elevado. Es esta última particularidad la que más afecta a la salud auditiva. “Todo sonido por encima de 80 decibelios puede ser traumático para el oído.

En estos conciertos la presión sonora suele ser superior a esta intensidad, por lo tanto, podría generarse una disminución de audición acompañada, o no, de acúfenos. Existen tapones especiales que, si bien no evitan escuchar por completo, sí amortiguan la presión sobre el tímpano a la vez que nos permite mantener la atención de la música y otras personas.

El periodo estival es, en definitiva, un momento en el que disfrutar, descansar y coger fuerzas para el resto del año, pero siempre con cuidado y precaución para no dañar nuestra salud.

Fuente: Cuídate